martes, 30 de noviembre de 2010

Hogares Luminosos y Alegres

No se puede hablar del matrimonio sin pensar a la vez en la familia, que es el fruto y la continuación de lo que con el matrimonio se inicia.

Una familia se compone no sólo del marido y de la mujer, sino también de los hijos y, en uno u otro grado, de los abuelos, de los otros parientes y de las empleadas del hogar. A todos ellos ha de llegar el calor entrañable, del que depende el ambiente familiar.

Ciertamente hay matrimonios a los que el Señor no concede hijos: es señal entonces de que les pide que se sigan queriendo con igual cariño, y que dediquen sus energías –si pueden– a servicios y tareas en beneficio de otras almas.

Pero lo normal es que un matrimonio tenga descendencia. Para estos esposos, la primera preocupación han de ser sus propios hijos.

La paternidad y la maternidad no terminan con el nacimiento: esa participación en el poder de Dios, que es la facultad de engendrar, ha de prolongarse en la cooperación con el Espíritu Santo para que culmine formando auténticos hombres cristianos y auténticas mujeres cristianas.

Los padres son los principales educadores de sus hijos, tanto en lo humano como en lo sobrenatural, y han de sentir la responsabilidad de esa misión, que exige de ellos comprensión, prudencia, saber enseñar y, sobre todo, saber querer; y poner empeño en dar buen ejemplo.

No es camino acertado, para la educación, la imposición autoritaria y violenta. El ideal de los padres se concreta más bien en llegar a ser amigos de sus hijos: amigos a los que se confían las inquietudes, con quienes se consultan los problemas, de los que se espera una ayuda eficaz y amable.

Es necesario que los padres encuentren tiempo para estar con sus hijos y hablar con ellos. Los hijos son lo más importante: más importante que los negocios, que el trabajo, que el descanso.
En esas conversaciones conviene escucharles con atención, esforzarse por comprenderlos, saber reconocer la parte de verdad –o la verdad entera– que pueda haber en algunas de sus rebeldías. Y, al mismo tiempo, ayudarles a encauzar rectamente sus afanes e ilusiones, enseñarles a considerar las cosas y a razonar; no imponerles una conducta, sino mostrarles los motivos, sobrenaturales y humanos, que la aconsejan.

En una palabra, respetar su libertad, ya que no hay verdadera educación sin responsabilidad personal, ni responsabilidad sin libertad.

Los padres educan fundamentalmente con su conducta. Lo que los hijos y las hijas buscan en su padre o en su madre no son sólo unos conocimientos más amplios que los suyos o unos consejos más o menos acertados, sino algo de mayor categoría: un testimonio del valor y del sentido de la vida encarnado en una existencia concreta, confirmado en las diversas circunstancias y situaciones que se suceden a lo largo de los años.

Si tuviera que dar un consejo a los padres, les daría sobre todo éste: que vuestros hijos vean –lo ven todo desde niños, y lo juzgan: no os hagáis ilusiones– que procuráis vivir de acuerdo con vuestra fe, que Dios no está sólo en vuestros labios, que está en vuestras obras; que os esforzáis por ser sinceros y leales, que os queréis y que los queréis de veras.

Es así como mejor contribuiréis a hacer de ellos cristianos verdaderos, hombres y mujeres íntegros capaces de afrontar con espíritu abierto las situaciones que la vida les depare, de servir a sus conciudadanos y de contribuir a la solución de los grandes problemas de la humanidad, de llevar el testimonio de Cristo donde se encuentren más tarde, en la sociedad.

Escuchad a vuestros hijos, dedicadles también el tiempo vuestro, mostradles confianza: creedles cuando os digan, aunque alguna vez os engañen; no os asustéis de sus rebeldías, puesto que también vosotros a su edad fuisteis más o menos rebeldes; salid a su encuentro, a mitad de camino, y rezad por ellos, que acudirán a sus padres con sencillez –es seguro, si obráis cristianamente así–, en lugar de acudir con sus legítimas curiosidades a un amigote desvergonzado o brutal.

Vuestra confianza, vuestra relación amigable con los hijos, recibirá como respuesta la sinceridad de ellos con vosotros: y esto, aunque no falten contiendas e incomprensiones de poca monta, es la paz familiar, la vida cristiana.

¿Cómo describiré –se pregunta un escritor de los primeros siglos– la felicidad de ese matrimonio que la Iglesia une, que la entrega confirma, que la bendición sella, que los ángeles proclaman, y al que Dios Padre tiene por celebrado?...

Ambos esposos son como hermanos, siervos el uno del otro, sin que se dé entre ellos separación alguna, ni en la carne ni en el espíritu. Porque verdaderamente son dos en una sola carne, y donde hay una sola carne debe haber un solo espíritu...


Así, en cada familia auténticamente cristiana se reproduce de algún modo el misterio de la Iglesia, escogida por Dios y enviada como guía del mundo.


Eso somos todos, cada uno en su sitio y en su lugar en el mundo: hombres y mujeres elegidos por Dios para dar testimonio de Cristo y llevar a quienes nos rodean la alegría de saberse hijos de Dios, a pesar de nuestros errores y procurando luchar contra ellos.

...

Por eso, quizá no puede proponerse a los esposos cristianos mejor modelo que el de las familias de los tiempos apostólicos… Familias que vivieron de Cristo y que dieron a conocer a Cristo. Pequeñas comunidades cristianas, que fueron como centros de irradiación del mensaje evangélico.

Hogares iguales a los otros hogares de aquellos tiempos, pero animados de un espíritu nuevo, que contagiaba a quienes los conocían y los trataban. Eso fueron los primeros cristianos, y eso hemos de ser los cristianos de hoy: sembradores de paz y de alegría, de la paz y de la alegría que Jesús nos ha traído.

PARA LA EDUCACIÓN DE TUS HIJOS

10 CLAVES

1 Los padres deben educar la voluntad de los hijos y sus sentimientos. Preparar a un hijo para la vida no es satisfacer todas sus voluntades y todos sus caprichos.
Enseña a tu hijo a renunciar y a oír "no".
No impongas la renuncia, pero llévalo a aceptarla libremente.
Señala la razón del renunciar, su valor y necesidad para la vida.
Si no aprende ahora a decir no a lo permitido, luego no sabrá decir no a lo prohibido.
El exceso de mimos echa a perder a los niños; los hijos muy mimados sufren mucho en la vida. Vivirán siempre alterados e inseguros.
El exceso de mimos y de censuras, críticas y castigos es la principal causa de inseguridad en los jóvenes. Los grandes hombres de la historia soportaron pruebas y privaciones en la vida. Poco se puede esperar de los hombres que nunca supieron lo que son privaciones, renuncias y sacrificios.
Los que reciben todo en la infancia no sabrán dar nada como adultos.
2 La cólera es nociva para la educación de los hijos. La ira nos lleva a decir palabras sin pensar y a actuar irreflexivamente.
El hablar sin pensar y el actuar sin reflexionar pueden lastimar, herir, ofender y llevar a cometer injusticias.
Habla con tu hijo con calma y ten actitudes ponderadas.
La cólera, la ira, la falta de dominio pueden hacer que se cometan desatinos.
Muchos padres, llevados por la ira del momento, hieren el corazón de los hijos con palabras semejantes a éstas:
"Tú no sirves para nada." "Maldita la hora en que te engendré." "Tú eres la vergüenza de la familia." "Tú no vales nada." "¡Tú eres un hijo indigno! "
Después, cuando estás en calma, reflexionas y te arrepientes. Pero será demasiado tarde. Las palabras ya fueron dichas y el corazón de tu hijo ya fue herido.
Piensa antes de hablar y reflexiona antes de actuar.
A un corazón herido siempre le queda una cicatriz.
No hables sin pensar y sin medir el alcance de tus palabras.
No hagas un gesto sin medir las consecuenclas.
Tu hijo es un tesoro que merece todo el amor, respeto y cariño; es un tesoro de la vida entregado en las manos de los padres.

3 El secreto que un hijo confía al padre o a la madre debe ser como una piedra lanzada al mar. Se esconde en el fondo, nadie la ve, descubre, conoce.
Sé siempre discreto, guarda en lo profundo del corazón el secreto de tu hijo. La confianza, una vez. perdida, difícilmente se recupera.
Un joven comienza a desorientarse desde el momento en que pierde la confianza en sus padres. Mientras los hijos confíen en los padres, tendrán siempre una luz que los ilumine, una guía que los conduzca y, una brújula que los oriente.
4 La mejor escuela de la vida es el ejemplo de los padres. Los hijos precisan más los ejemplos que las enseñanzas.
Los padres no les pueden exigir virtudes y cualidades que ellos no tienen. Vigilando sus propias obras, los padres estarán construyendo la moral de sus hijos. ¿Qué ejemplos les das? ¿A ti te gustaría que tus hijos hicieran lo que tú haces?

5 La misión de los padres es orientar, esclarecer, amar, comprender, incentivar. Actuar así es darle la oportunidad a tu hijo para que se afirme en la vida. El amor que los hijos reciben de los padres y la confianza que éstos depositan en ellos es para los jóvenes un seguro amparo de vida.

6 El desahogarse es una necesidad psicológica de toda persona. Tu hijo muchas veces está psicológicarnente agobiado y siente la necesidad de desahogarse. Precisa decir lo que siente.
Escucha con paciencia y benevolencia su desafío, aunque hable en forma agresiva e irritada.
Aprende a escuchar con paciencia y atención el desahogo de tu hijo y evitarás muchas discusiones, desavenencias y contrariedades.
Deja que tu hijo diga todo lo que siente y, cuando esté en calma, estará en condiciones de razonar y reconocer el error.
Comparte las dudas, angustias y problemas de tu hijo y él será tu amigo.

7 Saber escuchar en silencio es una virtud que los padres también deben tener. Antes de contradecír a tu hijo, escucha, analiza y trata de comprender lo que él quiere decir. Y después habla, pero con amor.
Cuando los padres se precipitan en responder o en contradecir al hijo, pueden cometer una injusticia o interpretar de modo incorrecto, y esto suscita la rebeldía del hijo.
Deja que tu hijo hable y oiga pacientemente, y sólo después habla, analiza, medita y dialoga con él.
Una persona irritada no está en condiciones de oír y comprender.

8 Deja que tu hija hable, sólo escucha. Después dialoga calma y serenamente con ella. Tal vez ella diga muchas cosas equivocadas, pero analizándolo bien encontraremos muchas verdades entre los errores.
Apreciar y valorizar lo bueno da mejores resultados que señalar y condenar de inmediato lo equivocado. A nadie le gusta ser refutado y censurado al instante.
Muchos padres no defienden la verdad, pero si sus puntos de vista para que prevalezcan sobre los puntos de vista de sus hijos.
El hijo no es un adversario a combatir, sino un amigo a conquistar. Y para conquistar nada mejor que saber oír.

9 Tu hijo precisa consejos y recomendaciones, pero deben ser bien dosificados, dados con amor y bondad. Una andanada de consejos y recomendaciones irrita y satura. El exceso, en lugar de producir efectos positivos, trae resultados negativos. Da a tu hijo los consejos más útiles y prácticos, no los más agradables. Dale un consejo como una sugerencia y no como una imposición.

10 ¡Cuántos jóvenes aún no descubrieron el verdadero sentido de la vida! Viven y no saben por qué. Estamos en este mundo para amar y hacer el bien, el amor nos une unos a otros y todos unidos amaremos a Dios. El amor siempre trae unidad y conlleva a hacer obras de bien. Una vida sin amor es una vida vacía y sin sentido.
La vida nos es dada para crecer siempre más en el amor y para engrandecernos a través de la práctica del bien.

Educar no es sólo combatir el mal, señalar y censurar los errores; educar es sobre todo íncentivar el bien, impartir buenas costumbres, valorizar las buenas obras y estimular.
El exceso de críticas y de censuras elimina el incentivo y el deseo del bien. Pero apreciar y valorízar las cosas buenas estimula y anima a proseguir el camino del bien y a mejorar. El exceso de críticas y censuras lo vuelve inseguro, angustiado y alterado.
Señala con amor los errores de tu hijo, aprecia sus virtudes, incentiva el bien y valoriza sus buenas acciones.
Que la crítica, la censura y la reprensión sean siempre constructivas y no destructivas. Que sean siempre positivas y no negativas.
* Recordar errores pasados y ya perdonados, desestimula y desanima. No es agradable oír siempre la misma queja, oír siempre la misma melodía de las personas que persisten en tocar la misma tecla.
* Olvida los errores cometidos por tu hijo en el pasado, e incentiva el bien en el presente, valorizando sus buenas acciones, por pequeñas que sean.
* Y así, si él fuera malo, tratará de ser bueno, y si fuera bueno se esforzará para ser mejor.

El noviazgo y sus ventajas


¿Qué es el Noviazgo?

Es una de las estapas más bonitas y disfrutables de la vida del ser humano. Es una relación transitoria entre un hombre y una mujer, la cual les brinda la oportunidad de conocerse más afondo para decidir en un determinado momento pasar a la siguiente fase que es el matrimonio.
En el noviazgo se pasa de la mera simpatía o del simple "gustarse" a una nueva relación de mayor conocimiento y que a su vez debe estar inspirada por el espíritu de entrega, de comprensión, de respeto, de delicadeza.
Existe muchos tipos de noviazgo, algunos se viven como un juego, otros son más cercanos y profundos.
La experiencia demuestra que es mejor que el noviazgo sea breve, entre un año a dos años y medio máximo; más no porque después ya se vuelve una costumbre o se rebasan los limites establecidos, convirtiéndolo en algo ya diferente y no tan satisfactorio como al pricipio.
Muchos adolescentes confunde sentimientos de amistad y amor, queman etapas sin saborear bien lo que es una auténtica amistad y no dan tiempo para que ésta dé frutos. Piensan que porque se entienden bien con su nueva amistad inmediatamente tienen que ser novios.

Ventajas del noviazgo

Esta relación puede traer multiples beneficios para la pareja:
- A los jóvenes el noviazgo le ayuda a relacionarse con los demás.
- Ayuda a conocerse recíprocamente en cuanto a carácter, sentimientos, gustos, aficiones, ideales de vida, religiosidad.
-Permite la formación de la voluntad, combate el egoísmo, fomenta la generosidad, confianza, honestidad, el respeto; estimula la reflexión y el sentido de responsabilidad.
- Con el noviazgo se puede practicar la habilidad de resolver conflictos sin el compromiso del matrimonio.
-El noviazgo provee la manera de encontrar una pareja apropiada.
- Ofrece la oportunidad de llegar a ser una persona más fuerte y lograr madurar en varios aspectos. Te puede ayudar a ver las cosas de distintas maneras.
- El noviazgo te permite que te tomes el tiempo necesario para decidir cuando quieres llevar esa relación a algo más estable y definitvo.

Como iniciar y llevar un noviazgo sano


-Esperar el momento oportuno: sin prisas vive y goza tu juventud. Aprende un poco de la vida, asi cuando te cases, ya cuentes con más experiencia y vayas más seguro de lo que quieres.
-Si te has enamorado de alguien, quiérelo por lo que es, no por lo que quieres que sea. Aprende a ver sus cualidades y sus limitaciones. Como tú, tiene cosas buenas y malas.
-El noviazgo no es igual a sexo: el amor verdadero no busca excusas para usar el sexo lo más posible. El auténtico cariño no pretende su placer egoísta, sino piensa más en servir a la persona amada con el esfuerzo que sea necesario.
Un buen noviazgo permite, claro que sí, besos y abrazos hechos con mucho respeto y delicadeza. ¡Suficiente! No es necesario avanzar más.
Muchos novios creen que se aman porque se entienden sexualmente. Entenderse sexualmente no significa amor.
Los noviazgos que solo buscan el placer sexual, están basados en los atributos físicos; la pareja siempre quiere estar a solas y propiciar momentos en donde se desate la pasión; no encuentran gusto en platicar o realizar actividades juntos que no sean besos, abrazos y además, se trata de relaciones en donde siempre hay celos y un deseo de controlar a la otra persona. Este tipo de noviazgo es posesivo, que no permite la libertad ni te dejará ser tu mismo.
-Compartir con la pareja: desde luego que es bueno que los novios tenga momentos a solas donde puedan platicar libremente acerca de ellos y sus sentimientos, pero tambiés en necesario tener muchas actividades en común con otras personas, como grupos de amigos y familia.
-Respeto de la libertad de cada uno:en el período del noviazgo nadie tiene derecho a meterse en la vida de la otra persona y presionarla a que decida una u otra cosa que tenga que ver con su vida familiar, sus estudios, sus metas o sus gustos. Debe haber un gran respeto a la privacidad de la otra persona. Ninguno es posesión del otro, cada uno es dueño solamente de sí mismo. Por lo tanto, cada uno debe aceptar que hay fronteras que no deben traspasar.
-Conocer a la pareja: nadie ama lo que no conoce, entonces en el noviazgo hay que aprender a escuchar, dialogar mucho, comprender que la otra persona es diferente a ti y que para conocerla tiene que pasar algún tiempo.
Es importantísimo también conocer a la familia de la otra persona porque cada persona está condicionada por su ambiente familiar.
-Fidelidad:en el noviazgo tiene que existir fidelidad, porque es la escuela para el matrimonio. Si de novios uno, otro o ambos son infieles, seguramente en el matrimonio será peor, si es que se llega a esa etapa.
-Que halla sinceridad:la sinceridad total es muy importante en el noviazgo. Si después de un tiempo te das cuenta de que no te conviene la persona que es tu novio o novia, que no te llena, que no es para ti, que no son el uno para el otro, debes ser totalmente sincero y decírselo antes que sea demasiado tarde.
-Hay que ser realistas: no se dejen llevar por las ilusiones. El enamoramiento que se vive en el noviazgo hace que veamos solamente las virtudes y además aumentadas del otro, sin embargo hay que estar concientes de que también hay defectos, y ambas cosas son parte integral de su personalidad, que no se olvide poner los pies sobre la tierra.
- No te relaciones con personas enfermas:el equilibrio emocional y mental es importantísimo en cualquier relación.
No debes comprometerte ni casarte con una persona que tenga enfermedad mental grave, tal como psicosis o esquizofrenia.
Tampoco te debes comprometer ni menos casarte con una persona que tenga una adicción muy pronunciada, como el consumo habitual de alcohol o drogas, porque ese hábito también empeora, a menos que esté dando pruebas clarísimas de rehabilitación y tú veas una disposición firme y sincera a dejar el vicio del licor o la droga.
-Deben tener metas comunes:ambos deben coincidir en principios fundamentales como son el respeto a la vida, el valor de la justicia, el amor, la fidelidad, el respeto a la dignidad humana y los valores morales.
-El respeto por sus ideas y opiniones:se trata de respetar todo aquello que sea bueno, aunque no coincida con tus ideas o gustos.
Nadie tiene derecho a cambiar la forma de pensar del otro.
-Cuando tengan problemas o dificultades en el noviazgo, busquen la orientación y el consejo adecuado. Pueden confiar en un sacerdote, sus padres o alguien de confianza.

Hablar de sexo con tu pareja

Hablar de la relación sexual, sobre todo cuando se trata de placer, qué difícil puede resultar.
Es fácil cuando se trata de contar chistes o juzgar la sexualidad de otras personas, pero cuando el asunto es hablar de
sexo con nuestra pareja, cuesta, vaya que cuesta, dar el primer paso… y las cosas se complican. Una buena parte
del problema es, precisamente, abordar el tema.
No importa cuánto sea el amor que se tenga, no importa cuánta confianza exista entre la pareja, no importa, ni
siquiera, que seamos, además de amantes, amigos y cómplices. Cuando se trata de decir lo que nos gustaría (y lo que
nos desagrada), aparecen de la nada una serie de barreras que nos impide dar el primer paso: empezar a hablar.
Estos obstáculos que vienen a echarlo a perder todo tienen muchos nombres: temor a herir a la pareja, miedo al
“va a pensar que soy una golfa” y una buena dosis de inhibición nacida de una educación sexual llena de
tabúes que, aunque parezca imposible, siguen existiendo en el siglo XXI… Todo viene a complicarse con las
religiones judeocristianas que ven al sexo sólo como una función reproductora. Pero, para lograr hablar de sexo
abiertamente con la pareja, resulta imprescindible derribar esas barreras. Y, como muchas cosas en la vida, todo es
cuestión de empezar; superado el inicio, en la mayoría de los casos la pareja empieza a relajarse, baja la guardia
impuesta por su educación represora y se anima a compartir sus puntos de vista.
EL ORIGEN DEL MIEDO
La dificultad empieza desde la infancia cuando el sexo se convierte en tabú para el resto de nuestras vidas y esto se
vuelve un tema que no se toca por miedo al rechazo, por vergüenza o por el clásico “¿qué va a pensar de
mí?”, porque, desde tiempos ancestrales, el que debe saber del tema es el hombre, no la mujer, y tendría que ser
él quien nos enseñara, nunca al revés. En este contexto, una pregunta o comentario femenino al respecto se convierte
en algo totalmente inaceptable porque equivaldría a cierto grado de experiencia sexual.
EN MANOS DE UN ESPECIALISTA
Juan Luis Álvarez-Gayou es médico cirujano, especialista en psiquiatría, sexólogo clínico y terapeuta de pareja. Fundador
y Director del Instituto Mexicano de Sexología, es autor de varios libros, entre ellos Sexualidad en la pareja. A él
acudimos para conocer más del tema, pero, sobre todo, para saber cómo lograr hablar de sexo con la pareja sin morir
en el intento.
¿Qué tan difícil suele ser, desde tu experiencia clínica, que una pareja logre una buena comunicación al hablar de sexo?
Es bastante difícil, pero con la terapia adecuada, poco a poco se les ayuda a que lo hagan y, por lo general, después de
un proceso relativamente corto, alrededor de 6 a 8 semanas después, logran una buena comunicación en el tema del
sexo.
¿Somos las mujeres más inhibidas que los hombres a la hora de mantener una conversación con nuestra pareja sobre
estos temas?
En general es a la inversa. Son ellos a quienes más se les dificulta. Lo que sucede es que muchas mujeres se
encuentran con un rechazo o enojo de la pareja a la hora de que ellas piden cambiar la caricia o hacerla diferente.
Muchas veces los hombres sienten que lo saben todo.
¿Qué nos impide ser más explícitas al decir qué nos gusta y qué nos disgusta a la hora de las relaciones sexuales?
El principal obstáculo es el rechazo de la pareja. Por ello digo a los varones que el principal órgano sexual del mejor
amante varón no es el pene, son las orejas. El mejor amante es el que sabe escuchar a su pareja. Este saber escuchar
hace que, muchas veces, los hombres mayores sean mejores amantes porque, además, no tienen tanta urgencia
orgásmica como sucede con los jóvenes fuertes y fogosos que suelen tener prisa por satisfacerse ellos.
Da susto preguntarlo, pero: ¿sigue primando en ellos la idea de que la mujer ‘decente’ no tiene por qué
disfrutar y, por lo tanto, no tiene por qué pedir cambios? ¿O se debe, quizá, a un resabio machista que los hace pensar
que si ella es capaz de opinar en este terreno es porque le lleva mucha experiencia por delante?
En efecto, esta incapacidad de los hombres para hablar abiertamente de sexo con su pareja se debe a los estereotipos
de género en los que desde muy pequeños somos educados y que, con el tiempo, se vuelven limitantes en nuestras
vidas.
¿Cuáles son los principales problemas u obstáculos que enfrentamos para hablar de sexo con nuestra pareja?
Básicamente son dos: el miedo al rechazo y el temor a lastimar al otro si éste toma las cosas como una crítica o un
señalamiento de que no está haciendo bien las cosas.
Entonces, ¿cómo hacer para no correr el riesgo del rechazo o lastimar? ¿Hay alguna fórmula (como empezar con una
frase y no con otra, con un tono de voz mejor que con otro, con una sonrisa o sin ella, etcétera). Denos algunos
consejos acerca de cómo abordar la plática, con qué palabras, con qué actitud…
El primer punto es hacer las cosas de tal manera que no parezca un reclamo. Un buen inicio para abordar el tema sería
algo parecido a: “Déjame platicarte: yo me siento así… no es que tú tengas la culpa, pero si es un problema

para los dos, juntos podríamos hacer algo para resolverlo.”
¿Cómo podemos salvar esos obstáculos? ¿Es necesario, por ejemplo, construir una atmósfera especial?
Un buen ejercicio implica un ambiente adecuado, con luz tenue, música suave, incienso y una copita de vino. Luego,
totalmente desnudos, primero uno acaricia todo el cuerpo del otro, sin prisa, desde la punta de la cabeza hasta los pies,
de frente y de espalda. Todo esto en silencio, sin hablar. El siguiente paso es cambiar de lugar, es decir, el que fue
acariciado pasa a acariciar, de la misma forma, a su contraparte.
Terminada la sesión, todavía desnudos, la pareja debe platicar de lo que más les gustó y de lo que descubrieron en su
propio cuerpo y en el del otro. Pero, ojo: no se trata de buscar excitación y, si la hubiera, lo aconsejable es no tener coito.
Es importante no hacerlo en ese momento. Este ejercicio es el primero que les aconsejo realizar a las parejas para
lograr iniciar una comunicación abierta.
¿Cuáles serían las consecuencias de no mantener una buena comunicación en el tema del sexo?
El resultado de una mala o nula comunicación respecto al sexo es que cada uno navegue como velero, con sus propias
velas al viento y, en la mayoría de las ocasiones, sin enterarse de lo que el otro quiere o le gusta.
¿Con el consecuente riesgo de infidelidades? Hablando en plata y sin sutilezas, ¿qué tan importante es el sexo en una
relación de pareja? ¿De qué porcentaje estaríamos hablando?
Las razones para las infidelidades no necesariamente están vinculadas con el tema de sexo y tienen su origen en otros
motivos.
Respecto a la importancia del sexo en una relación, no existe una regla y tampoco estadísticas. Hay parejas para las
cuales el sexo es fundamental y siguen unidas aunque tengan una mala relación, y otras para las cuales la sexualidad es
secundaria y lo importante es una buena relación de pareja.

LA PAREJA: 7 REGLAS PARA SER FELIZ

Síguelas y te sorprenderás de ver que las relaciones sentimentales no son tan complicadas y que sí es posible alcanzar el éxito absoluto con tu pareja.
Si alguien te dijera que tiene la receta para alcanzar la absoluta felicidad en pareja, ¿se la pedirías? Si tu respuesta es sí, enhorabuena. Sigue estos consejos y te sorprenderás de las enormes dificultades que has llegado a ver en las cosas que no son tan complicadas.

1. Enamórate de alguien que te corresponda
Si sigues esta no tan complicada regla, te habrás ahorrado el 95% de las preocupaciones que puedan surgir en tu relación. Trata de conseguir lo que deseas, siempre y cuando esté a tu alcance. Perseguir sin piedad a un hombre que no te hace caso tiene principalmente dos motivos: problemas no resueltos con tu padre, por lo tanto te hacen falta varios años de intensa terapia para acabar con este hábito; o la búsqueda de emociones fuertes, para lo cual mejor te recomendamos que cambies de trabajo, te avientes del bungee o veas una película de terror; te ahorrarás muchas aflicciones.


2. El sexo sí importa, y mucho
¿Qué es más importante, el amor o el sexo? Éste es el clásico debate sobre el cual nunca se llega a un acuerdo, pero nuestra respuesta es la siguiente: ambos. Puedes llegar a amar a un hombre con el que no tengas química sexual, pero ¿es esto lo que realmente deseas? Aunque compartan muchos asuntos importantes, las palabras no son suficientes, y una inmejorable forma de comunicarse es el sexo.
3. Cuanto más tengan en común, mejor
Sería ridículo romper con alguien por el simple hecho de que no le guste el mismo tipo de cine que a ti. Los opuestos se atraen, pero generalmente las posibilidades de estar juntos se agotan debido a la incompatibilidad intelectual o emocional, venir de ambientes familiares muy diferentes o tener aspiraciones distintas. Si sus diferencias son pequeñas, las probabilidades de tener conflictos en la relación serán mínimas.
4. El aburrimiento sí que es un problema
Hay quienes creen que siempre que estén a gusto con el trato que les da su pareja, podrán soportar vivir una vida de aburrimiento junto a ella. Sin embargo, también hay quienes se arriesgan y buscan una pareja más agradable y divertida ¡y el resultado es fantástico! Mira a tu alrededor, date cuenta de que hay muchas personas apasionadas y con ganas de pasarla bien, y que a la vez son tan responsables como tú.

5. Plantea las reglas antes de jugar
Si lo que tú quieres es compromiso, no te embarques en relaciones que sólo te ofrezcan sexo pasajero. Debes mostrar claramente y desde el principio tus expectativas. Si quieres un matrimonio en el que los dos cooperen con las labores domésticas, desde la primera cena en tu casa empieza a compartir las tareas.
6. Cuando encuentres el amor, ábrete
Encontrar una pareja en quien puedas confiar y que te apoye, te hará sentir aceptada y apreciada. Debes poder compartirle sin miedo detalles como tu deseo de tener bebés, tu miedo a fallar profesionalmente o cuánto dinero te gastas en ropa. Lograr una verdadera intimidad es arriesgado, pero también muy satisfactorio y emocionante. Ser capaz de conseguir confianza y apoyo mutuos con la otra persona es la promesa más clara de felicidad en una relación.
7. Si se lo hizo a ella, te lo puede hacer a ti
Alguien con antecedentes poco confesables respecto a sus parejas pasadas puede ser un serio problema para ti, tal vez no de la misma forma, ni en el primer momento. Pero lo mejor será que te fijes bien tanto en sus experiencias pasadas, como en su actual trato hacia las mujeres cercanas. De esta forma tendrás las referencias para reaccionar y actuar en cuanto no te guste alguna conducta del hombre que te
FUENTE:TNRELACIONES

“NO ESTÁ TODO PERDIDO”. CONSEJOS PARA MEJORAR TU RELACIÓN DE PAREJA

Las personas son lo que son, no lo que a nosotros nos gustaría que fueran. Acéptalo de una vez. A lo mejor él no querrá asistir a ninguna terapia, ni leer ese libro que a ti te pareció tan interesante y que crees os podría ayudar en vuestra relación de pareja, quizás no va a reconocer que tiene un problema, y mucho menos intentar un cambio. Probablemente no es que no quiera, todo el mundo quiere ser feliz y sentirse amado. Quizás no sepa hacerlo mejor, no crea que puede hacerse mejor o no esté preparado para tomar decisiones o intentar un cambio.
¿Prefieres tener razón a ser feliz? Ya sabemos que una pareja es cosa de dos. Qué él podría tomar también la iniciativa y tratarte mejor. Todo eso es cierto, también lo es que sólo puedes cambiar aquellas cosas que dependen de ti.
Si estás dispuesta a no quedarte de brazos cruzados, esperando a que la vida, el tiempo, la suerte o los demás te resuelvan la vida, haz algo ya.

RECUERDA:

1. Si tú no estás bien, nada lo estará.

La dedicación y falta de tiempo por el trabajo, el niño, la casa, las discusiones, etc. es objetivo. Tu actitud hacia esa circunstancia y todo lo que piensas y sientes es subjetivo, y ahí puedes intervenir desde ahora mismo.
Tienes que estar bien contigo misma, serenarte, despojarte de los sentimientos de culpa, ser capaz de recuperar tu independencia emocional y perder el miedo a estar sola contigo misma. Tienes que desear estar con él, pero no necesitar estar con él. Tienes que perder el miedo a perderlo.
“Quizás os parezca raro pero el primer paso está en comprender lo que sucede en vuestra relación y la única manera de conseguirlo es mirando dentro de vosotros mismos.
Si tenéis el valor de permanecer solos con vosotros mismos, os daréis cuenta que cada día seréis más fuertes para abordar vuestros problemas, de esta forma os sentiréis libres y capaces de pasar a la acción.
Una vez superado el miedo a la soledad, abandonareis todo resentimiento hacia el otro, porque seréis independientes. Apenas lo hagáis, os daréis cuenta que la infelicidad y la insatisfacción que sentíais desaparecen.
Probad y experimentad el perdón, intentad dar más bien que esperar a recibir, tened paciencia y sed constantes, y os sorprenderéis transformados. ¡Mejoraréis!


2. Demuéstrale que estás de su lado, SIEMPRE...

Tenéis que pasar progresivamente del miedo a la confianza. No “voy a hacer esto o aquello para que no se enfade”, sino porque “verle feliz me compensa y me hace feliz a mí también”.
Tenéis que recuperar la confianza en el otro, la confianza de que me quiere aun sin ser perfecta/o, elige cada día estar conmigo libre y voluntariamente, puedo mantener su amor a pesar de que no estemos de acuerdo en todo.
La bronca termina siendo un mecanismo de defensa mediante el cual consigo controlar al otro, ya que por las buenas parece no dar resultado. La bronca lleva al miedo, y el miedo a medio-largo plazo al deterioro de la relación, ya que nos sentimos tensos, humillados, manipulados, etc.
Para recuperar la confianza necesitamos sentir que se pone en mi lugar, que está de mi parte, que no es mi enemigo/a sino la persona que me quiere, que tiene en cuenta mis necesidades y deseos tanto como los suyos propios.
Volvemos a la idea primera. TIENES QUE ESTAR A BIEN CONTIGO para no necesitar demostrar nada, ni justificarte por nada. Si no, lo que sucede es que nuestro comportamiento se centra en intentar que el otro se ponga en nuestro lugar y que nos dé la razón.
Que nos den la razón cuando nosotros no nos ponemos en el lugar de las otras personas es difícil, porque el otro siente lo mismo que tú, quiere que le comprendan y le den la razón, alguno tiene que empezar, ¿por qué no reconocer que los dos tenemos razón?

PARA GENERAR CONFIANZA:

• Pilla haciendo algo agradable a tu pareja (Ej.: Te ayuda recogiendo la mesa, se ocupa del niño, llega de buen humor, etc.) y reconóceselo con un beso, una sonrisa o una palabra amable. Que se dé cuenta de que te gusta, no te quedes pensando “qué mosca le abra picado”, “algo querrá”,... y pongas mala cara o te quedes indiferente. A todas las personas nos gusta gustar, si se da cuenta de que así lo consigue tienes más posibilidades de que repita esas conductas agradables.
Importante: NUNCA se te ocurra aprovechar que hace algo bueno para echarle la charla o intentar solucionar conflictos de otro tipo, Ej.: “si fueses así siempre que bien nos iría”, “ves como cuando quieres puedes resultar adorable”, etc.
Cuando tengas que dar tu opinión, primero le escuchas atentamente y luego le dices:
  • “ENTIENDO QUE...” (Demuestras que has comprendido su idea, muestras empatía y, si es posible los puntos de acuerdo con su postura)
  • “TAMBIÉN ES CIERTO QUE...” (Procura no usar un PERO... porque parece que lo anterior no vale. Das tu opinión o argumentas con hechos otro punto de vista distinto al escuchado. Si vas a dar tu opinión subjetiva, utiliza mensajes “YO”, habla por ti, y no te metas en descalificaciones hacia los demás)
  • “POR LO TANTO SUGIERO... O ¿QUÉ PODRÍAMOS HACER?...” (Propones un cambio que satisfaga a ambas partes)
Importante: Recuerda que son 3 pasos y por ese orden, y que SIEMPRE tienes que empezar por demostrarle que te pones en su lugar y que respetas su punto de vista con un entiendo que... antes de dar tu opinión o de pedir algo. Trata de abrir el diálogo y la negociación en lugar de cerrarla con ataques personales, exigencias, malos modos, gestos de impaciencia, etc.
Ejemplos:
- (Ej.: Te propone un plan que no te apetece demasiado)
Entiendo que quieras quedar con tu hermano para no perder el contacto. Yo comparto tu misma opinión sobre su mujer, así que qué te parece si vemos la forma de no dedicarle todo el día a esa visita.
EVITA DECIR COSAS COMO: Sabes que no soporto a fulanita, y tu hermano me parece un... por consentirla... Creía que a ti tampoco te gustaba..., la verdad es que no te entiendo (es decir terminas metiéndote o con la persona que es de su agrado o con él mismo, o pones obstáculos para permitir ese encuentro.
Entiendo perfectamente que te apetezca pasar unos días con... También es cierto que hemos tenido una semana muy complicada y apenas hemos podido pasar un rato a gusto los 3 juntos (refiriéndote al niño). Para mí es importante que reservemos algo de tiempo para estar nosotros solos juntos en familia, seguro que si pensamos con calma en una solución para hacer ambas cosas la encontraremos (abrir el abanico de alternativas, no se trata de ahora o nunca, de todo o nada, podemos reservarnos un fin de semana distinto o un puente, una mañana o una tarde, negociar.)
EVITA DECIR COSAS COMO: “Y nosotros cuándo, a ver si te enteras de una vez que tu familia somos nosotros. Eres un cobarde, no sabes nunca decir que no a los demás y siempre nos sacrificas a nosotros”.
- (Ej.: No colabora en las tarea domésticas porque dice estar cansado)
Entiendo que tienes poco tiempo para ti con tanto trabajo, (también es cierto) a mí me pasa lo mismo (mensaje yo), entre la casa y el niño estoy un poco agobiada. ¿Qué te parece si recogemos esto rápidamente entre los dos y nos tumbamos un poquito en el sillón a ver la película? Dicen que es muy buena. (sugerencia)
EVITA DECIR COSAS COMO: “A ver si te crees que yo no estoy cansada, si te agobia la casa y llevas 5 minutos, imagínate yo que paso toda la tarde aquí con el crío, qué egoísta eres”.
- (Ej.: Se queja de cenar varias veces lo mismo)
Entiendo que te aburras de comer una cosa, a mí también me pasa, quizás podrías darme alguna idea para variar el menú. Con el tiempo que tengo tiene que ser algo fácil de hacer.
EVITA: Picarte. No escuches lo que no se te ha dicho, no te precipites sacando conclusiones o haciendo interpretaciones negativas de las palabras del otro. Céntrate en el tema y no personalices cualquier comentario que se te haga. No estés a la defensiva, no tienes que defenderte de nada y si así fuera que sean más explícitos contigo.
Sé cariñosa y demuéstrale tu afecto habitualmente, incluso cuando no estéis de buenas. Utiliza muchos te quiero y el contacto físico (besos, abrazos, sonrisas). Que tu gesto sea agradable, destierra el “morro choto”, los gestos desairados, las voces.
Tú misma mejorarás con el cambio. Williams James (un prestigioso psicólogo) decía: ¿estamos tristes porque lloramos o lloramos porque estamos tristes? El cambio físico influye en nuestro cambio mental y a la inversa.
RECUERDA: No le regañes. Utiliza una forma positiva de expresión, habla de lo que deseas y no de lo que quieres evitar.
Ejemplo, se puede decir:
- Ya era hora que llegaras a casa, o
- Cuanto me alegra que ya hayas llegado a casa, tenía ganas de verte.
(Si quería decir lo primero, ¿por qué digo lo segundo? Estoy deseando verle y consigo nada más llegar montarla para que nos enfademos y nos demos la espalda en la cama)
Si estás enfadada por algo que ha hecho recuérdale que tu enfado no pone en peligro tu amor hacia él. A veces es bueno antes de hacer una crítica comenzar por un halago, y si puedes terminar con otro mejor (Ej.: Te quiero mucho y si algo no deseo es que discutamos más por problemas domésticos. Siento no estar de acuerdo con lo que me propones, mi opinión es que... / Otro Ejemplo: Me pareces un buen padre. Creo que en este caso, no estás teniendo suficiente paciencia para...)
Deja de estar enfadada todo el rato, eso se consigue:
- No creyéndote mejor que los demás (cada vez que le culpas tan duramente por algo es porque se te olvida que también tú tienes defectos),
- Evitando los “campos de minas” (aquellos asuntos con los que eres especialmente susceptible),
- No provocando la ira de los demás (pinchando y señalando sus defectos, a veces gratuitamente),
- No sobrecargándote de trabajo o de responsabilidad más de lo estrictamente necesario. El estrés produce irritabilidad (seguro que puedes reducir la carga que te auto impones, ¿qué más da si hoy no paso el aspirador y me tumbo un rato a descansar?, mímate más)
No seas tan perfeccionista, y deja de criticarle. Es sólo un ser humano tan imperfecto como tú. No estés corrigiéndole continuamente por cosas nimias. (Ej.: Te has dejado la leche fuera de la nevera, te ha quedado la camisa un poco arrugada, vaya pelos que te has dejado hoy, anda que me has dado un beso al llegar, etc.)
Deja de competir. Los dos estáis en el mismo equipo. ¿Por qué tienes que demostrarle que eres más lista, más intuitiva, más rápida, que sufres más, que cocinas mejor, qué pones más de tu parte, etc.? ¿Tan insegura te sientes que tienes que ir demostrando lo que vales montando y ganando batallas? No conseguirás así su aprecio y valoración, lo que conseguirás es que se resienta, se sienta atacado, humillado y contraataque.
EVITA FRASES DEL TIPO: “Todavía vas por ahí, a mí me ha dado tiempo a...”, “Que poco ojo tienes para las personas, ya te dije yo que...”, “¿Ya estás cansado? ... llevo yo desde está mañana...”.
Si es él el que compite, deja que sea para él una necesidad, no entres al trapo. En el fondo lo que está pidiendo a gritos es amor y reconocimiento, dejará de hacerlo en cuanto mejore su autoestima y/o no se sienta amenazado. No te inmutes, puedes reconocerle su virtud sin menospreciarte tú. La clave está en no comparar ni compararse con los demás. Frases como: “cada uno tiene sus virtudes” o “reconozco tus virtudes, por eso te quiero” puede ser suficiente, si la cosa se pone fea, puedes añadir.. “¿Puedes hablar de ti sin hablar de mí por favor?”
Dale un voto de confianza. Si hay algo que no entiendas, simplemente PREGUNTA POR QUÉ SIN PONERTE A LA DEFENSIVA, evitarás muchas discusiones y meteduras de pata por ser malpensada. Las personas solemos tener un motivo más o menos razonable para hacer lo que hacemos. Escucha lo que tiene que decir.
Ejemplo:
- Llega tarde a casa... ¿ha sucedido algo?/ en lugar de “bonitas horas de llegar a casa”
- Llega de mal humor... ¿has tenido un mal día?/ En lugar de “eres insoportable”.
- Se pone a la defensiva... ¿he dicho algo que te haya molestado?/ En lugar de “a ti no hay quien te hable, cómo te pones por nada”.
- Grita al niño... ¿qué ha pasado?/ En lugar de “para un rato que le ves le estás gritando”.

3. Si está el ambiente muy tenso por su parte o por la tuya... aplaza la conversación para otro momento. Las cosas no son ahora o nunca.

Ej.: “Ahora estamos muy alterados y nos podríamos decir cosas de las que luego nos arrepintiéramos, por favor dejemos esta conversación para más tarde, ¿qué tal mañana después de acostar al niño? Seguro que mañana, más tranquilos, vemos todo este asunto de otra manera. No tenemos que llegar a un acuerdo de forma inmediata, tenemos tiempo”
A veces, si la alterada eres tú, puede bastar con que controles tu impulsividad, ¿cómo? Desaparece por un rato de la escena, vete al servicio, a otra habitación, a la calle con cualquier excusa, deja que tu adrenalina vuelva a los niveles normales y elige qué quieres hacer, cómo quieres actuar.
Respira profundamente y destensa tus músculos, piensa en amor, en abundancia, en que todo tiene una salida, en el fin positivo de las cosas (de todo se aprende, hay cosas que llevan su tiempo, etc.). Se trata de encontrarte a ti misma y conectar con tus deseos, y no de reaccionar a lo loco y a la defensiva, alejándote del fin último y bueno de tus deseos (ser felices, amarnos, ayudarnos, entendernos, resolver dificultades, permanecer unidos, etc.)

4. Perdónate. No te culpes si no logras estar encantadora todo el tiempo.

La gente perfecta es repelente. Si fueras una santa estarías en los altares y no en el salón de tu casa. Perdónate, sé tan buena contigo misma como tú eres con quienes más quieres. Sé tu mejor amiga y date consuelo cuando te sientas triste o avergonzada por algo que hayas hecho o dicho. Piensa cómo podrías haberlo hecho mejor y qué has aprendido de esta situación. Paga una sola vez por tus errores. No te engañes, martirizarte por ello no te hace mejor persona, no soluciona el problema ni es un consuelo para la persona que hemos afectado. Es sencillamente un sufrimiento inútil.
Existe un truco para cuando metemos la pata, rebobinar. Siempre puedes decir: “¡qué mal ha sonado eso que he dicho! Rebobino, como si no te hubiese dicho nada ¿vale?” Y empiezas de nuevo. También puedes decir, “creo que no voy bien, empiezo de nuevo”, e imaginariamente pasar la cinta hacia atrás. Vuelves a colgarte el bolso, el abrigo, sales por la puerta y entras de nuevo como si fuese la primera vez que lo haces (si eso fue lo que ocurrió inmediatamente antes de meter la pata.
El sentido del humor es muy importante para quitarle hierro al asunto, y liberar tensiones.
Discúlpate pero no te pases pidiendo perdón o convencerás al otro de que lo que has hecho es terrible. Un “no siempre conseguimos estar a la altura de las circunstancias, he metido la pata lo siento”, o “aunque mi intención era buena, no lo he sabido hacer, lo lamento”, es suficiente.
EVITA DECIR COSAS COMO: soy un desastre, no hago más que amargarte la vida, nunca aprenderé, no se como me aguantas, etc., ni te beneficia a ti ni es un consuelo para los demás.
Si metes la pata, y no sabes como sacarla, siempre puedes hacer algo para no empeorar más las cosa, dejar de meterla. Agacha las orejas y déjalo correr, no trates de justificarte más. Un “quizás me he precipitado” (reconociendo el error) y no volver a sacar el tema puede ser suficiente. Ya se olvidará, pero desde luego será más difícil si no dejas el tema en paz.

5. Apóyate en lo que sí va bien.

A veces mostramos un sesgo perceptivo importante al valorar lo que nos sucede. Es como si nos pudiéramos unas gafas con cristales de un color y a partir de ahí toda nuestra realidad se tornara de ese mismo color.
No es cierto que todo vaya de mal en peor. Piensa en aquello que sí funciona y recuérdaselo para que él también lo vea y se sienta menos frustrado y más animado para resolver las diferencias.
Ej.: Puede ser un mal amo de casa, pero jugar mucho con el niño. Puede ser un poco muermo pero muy trabajador, podéis discutir mucho pero también quereros con locura, podéis tener poco dinero pero reíros mucho juntos.

6. No bloques las negociaciones más de lo que están.

En lugar de tratar el tema de forma dicotómica (blanco o negro) trata de encontrar soluciones “grises” abriendo el abanico de alternativas sobre las cuales negociar. Ej.: No es “sí” o “no” compramos un equipo de música. Podemos negociar precio, momento de comprarlo, formas alternativas de escuchar música (a través del ordenador, portátil,...), etc.
A veces, cuando no estamos de acuerdo en algo, nos atrincheramos en nuestras posiciones y creemos que llegar a acuerdos es cada vez más difícil por no decir imposible.
Para poder avanzar en cualquier intento de acuerdo o negociación, llegados a un punto de no avance, debemos apoyarnos en lo que sí estamos de acuerdo para sentir que no estamos tan alejados y que podemos seguir avanzando. Hazle ver que estáis de acuerdo en lo básico.
Ej.: Tú quieres una cosa para el niño y él otra, relativa a cuidados, educación, etc. Decir: “Los dos estamos de acuerdo en una cosa, buscamos lo mejor para el niño, ¿verdad?”.
Ej.: Él quiere pasar el fin de semana de una manera y tú de otra. Decir: “Al menos estamos de acuerdo en que no nos apetece quedarnos en casa, bueno ya es algo”.
Encontrar por fin un “SÍ” después de tanto “NO”, hace que sea más fácil seguir dialogando, y encontrar otro “SÍ” más adelante.
Tomamos inercia con nuestras respuestas, consigue muchos “SIES” seguidos hablando de aquello en lo que sí estáis de acuerdo.

6. Trata de no obsesionarte por lo de siempre.

¿Qué es lo de siempre? Su madre, su trabajo, las tareas domésticas. A cada uno le da por una cosa. Cuidado con las obsesiones, sólo conseguirás sacar las cosas de quicio y hacer el problema más gordo.
Quien busca, encuentra. Saca ese asunto de tu vida. No lo nombres, no lo menciones, no hables de ello. Sólo dejará de ser un problema cuando dejes de darle protagonismo en tu relación de pareja.
Si es una cuestión de tomar decisiones, tómalas y actúa en consecuencia, pero deja de “marear la perdiz”.
¿Por qué sacamos una y otra vez cosas como lo mal que me sentó lo que hiciste el día tal...? (Lo que me dolió un comentario, un gesto, una acción), ¿hasta cuando lo vas a estar recordando y culpabilizando o haciéndole sentir mal por aquello? Ya va siendo hora de que olvides. Recuerda: Nosotros damos permiso a las personas para que nos puedan hacer daño, reviviendo malos recuerdos me golpeo una y otra vez, sacando punta a lo de siempre, me golpeo una y otra vez. ¡Basta ya!

7. No dediques toda tu energía en preocuparte por tu relación de pareja.

No le dediques toda tu energía ni todo tu tiempo a darle vueltas al asunto. Recuerda el primer consejo. Si tú no estás bien, nada lo estará.
Pensamos con más claridad cuando tomamos distancia de nuestros problemas. Tomamos distancia cuando diversificamos nuestra atención, nos olvidamos por un rato del asunto y podemos volver a ello viéndolo desde otro punto de vista, con otro ánimo, con otras experiencias.
Cuídate mucho, date caprichos (los hay muy baratos: oír música, darte un baño, comprarte un libro, quedar con una amiga, etc.)
Refuerza tu autoestima, haz cosas (dentro de tus posibilidades) que te permitan sentirte mejor contigo misma y que no tengan nada que ver con él. Puede ser tan sencillo como hacer una nueva receta de cocina, ir a la peluquería, apuntarte a un curso, conversar amigablemente con alguien desconocido, cuidar tu dieta, hacer ejercicio, etc. Se trata de aprender alguna habilidad nueva, ponernos pequeñas metas o simplemente disfrutar de cosas sencillas.
No seas catastrofista pensando todo lo que va mal y lo que podría ir aún peor. Se positiva, disfruta de lo que la vida te ofrece, de lo que sí va bien, de lo que aún puede ir mejor. Cambiará tu estado de ánimo, la importancia que le das a las cosas, tu actitud ante las dificultades.
Primera y última regla: QUIÉRETE.
Primer y último objetivo: SÉ FELIZ.
Primera y última obligación: CUÍDATE.
Primer y último derecho: RESPÉTATE.
Hasta la religión, que (siendo o no creyente) ha calado en nuestra cultura y nuestra educación y que tanto nos habla de pecados, tiene entre sus premisas “amarás al prójimo como a ti mismo”. Comienza por ti para saber cual es la medida en la que puedes amarle a él.
¡SUERTE!.

domingo, 28 de noviembre de 2010

"Te quiero" en diferentes idiomas


Tu sabes más que nadie que para ir por el mundo es muy importante conocer idiomas. Pero ... comprendo que con la horas que pasas navegando en internet no tengas tiempo de aprender idiomas y que con tu español y posiblemente con tu inglés ya tengas bastante. Pero... nunca se sabe! Imagínate que tienes que declárate a alguien de Alemania o de Francia!, por suerte existen diccionarios... Pero y si te gusta un japonés o un albanés, ¿como le dirías "Te Quiero"?. Aquí tienes la solución. No te preocupes!

AlbanésTe dua
AlemánIch liebe Dich
ÁrabeAna Behibek (Chico a chica) / Ana Behibak (Chica a chico)
ArmenioYes kez si'rumem
BúlgaroObicham te
CatalánT'estimo
CheyenneNe mohotatse
CoreanoDangsinul saranghee yo
CreolMi aime jou
EtíopeAfgreki'
FrancésJe t'aime
GallegoQuérote
GriegoS'apayo
HebreoAni o'have otach (Chico a chica) / Ani o'he'vet ot'cha (Chica a chico)
HolandésIk Hou Van Je
HúngaroSzeretlek
Inglés
IrlandésTaim i' ngra leat
ItalianoTi amo
JaponésKimi o ai shiteru
LatínVos amo
LibanésBahibak
LituanoTave myliu
PortuguésAmo
RusoYa vas liubliu
SiouxTechihhila
SuecoJag a"lskar dig
Vasco (euskera)Maite Zaitut
VietnamitaAnh ye^u em (hombre a la mujer) / Em ye^u anh (la mujer al hombre)

te amo en varios idioma

Africano: Ek is lief vir jou
Alemán: Ich liebe dich
Arabe: Ana behibak (de mujer para hombre) Ana Behibek (de hombre para mujer)
Armenio: Yes kez guh seerem(dialecto del Oeste)
Bangladeschi : Ami tomake walobashi
Bengalí : Aami tomaake bhaalo baashi
Bosnio : Volim te
Portugués : Eu te amo (pronunciado “eiu chee amu”)
Búlgaro : Obicham te
Checo : Miluji te
Chino : Wo ai ni
Coreano : Dangsinul saranghee yo
Croata : (familiar) Volim te (dicho comun)
Danés : Jeg elsker dig
Eslovaco : Lubim ta
Español : Te amo
Estoniano : Mina armastan sind
Filipino : Mahal ka ta
Finlandés : (“Ma”) rakastan sinua
Francés: Je t’aime
Gaélico : Ta gra agam ort
Galés : Rwy’n dy garu di
Griego : S’ayapo (pronunciado s’agapo)
Groenlandés : Asavakit
Hawaiano: Aloha wau ia oi nui loa
Hindi : Mai tumase pyar karata hun (de hombre para mujer) Mai tumase pyar karati hun (de mujer para hombre)
Holandés: Ik hou van je
Húngaro : Szeretlek
Inglés : I love you
Irlandés : Taim i’ ngra leat
Islandés : Eg elska thig (pronunciado “yeg l-ska thig”)
Italiano: Ti amo
Japonés : Kimi o ai shiteru
Kurdo : Ez te hezdikhem
Latino: Te amo
Libanés : Bahibak
Lituano : Tave myliu (pronunciado “ta-ve mee-lyu”)
Luganda : (idioma de Uganda) Nkwagala Nyo
Luo : (idioma de Kenya) Aheri
Luxemburgués : Ech hun dech ga”r
Macedonio : Te ljubam (Realmente te amo)
Marroquí : Kanbhik
Noruego : Jeg elsker deg (Bokmaal)
Paquistaní : Mujhe tumse muhabbat hai
Polaco: Kocham cie
Portugués : Eu amo te (pronunciado “eiu amu chee”)
Quechua Boliviano: Qanta munani
Rumano : Te iubesc
Ruso : Ya tyebya lyublyu
Sirio/Libanés: Bhebbek (de hombre para mujer) Bhebbak (de mujer para hombre)
Somalí : Waan ku gealahay
Srilanka : Mama oyata arderyi
Sueco : Jag a”lskar dig
Suizo : (German) Ch’ha di ga”rn
Swahili : Nakupenda
Tahitiano : Ua here au ia oe
Thai : (lengua de Tailandia) Chan raak ther
Tunesino: Ha eh bak
Turco: Seni seviyorum
Ucranian : o Ya tebe kokhayu
Vasco : Maite zaitut
Vietnamita : Anh ye^u em (de hombre para mujer) Em ye^u anh (de mujer para hombre)
Yugoslavo : Ja te volim
Zulu : Mena tanda wena

Pamela y Cristobal... una historia de amor

"Esta es la historia de un hermoso amor...
El... un hombre solo, aventurero y lleno de ganas... de simplemente vivir...
Ella... una mujer preciosa, procesando un cambio en su vida... sola, y sin haberse dado cuenta de las inmensas ganas que tenía de simplemente ser feliz...
Ellos, se encontraron un día, el sol iluminaba aquel atardecer, fue un verano... una tarde como cualquiera...
El la atrajo con su encanto, y ella la cautivo con su simpatía...
Así comenzó la más hermosa historia de amor, pasaron los días, se buscaban...
El cada noche con una desesperación que no lograba comprender...
Ella, lo esperaba con ansias, sabía que llegaría a su encuentro, como cada día, como cada noche, empezaron a nacer frases hermosas... empezó fluir el amor, puro, sincero, y por sobre todo verdadero, por que aquí no habían rostros, no habían cuerpos, solo habían palabras y sentimientos, y eso bastaba para sentir que sus vidas tenían un mismo destino.
Ellos empezaron a enamorarse, de la forma más tierna y dulce, como aquella mujer...
Ella lo fue enamorando poco a poco, con su simpleza, con su ternura, con con su cariño,
El siguió el camino de la conquista... la protegía, la acompañaba, la hacía sentir aquellas lindas cosas que ella desconocía...
Ella empezó a amarlo... sintió que el era el hombre de su vida, que lo quería a su lado, para continuar su vida...
El, sentía que ella, su linda Pamela, era la mujer con quien deseaba compartir su mundo, que entre líos y dientes, ella sería la mejor compañía...
Ellos se dieron cuenta que se necesitaban, eran el uno para el otro, se estaban enamorando, y poco a poco lo mas tierno...se estaban deseando...así llegó el amor a sus vidas...
Hoy aun están juntos, se están amando intensamente, se necesitan, se adoran , se profesan un amor inmenso, los sueños acompañan sus vidas, un futuro les aguarda, una casa...unos niños... que esperan por ellos, para que fundidos en aquella pasión sin limites...los engendren con el mas puro sentimiento de amor…
Ellos... PAMELA Y CRISTOBAL viven sumidos en la alegría y la felicidad, bendecidos por la vida, por haberle ganado a la adversidad.
En esta historia... ganó EL AMOR...”

Estoy aquí

Hola, ¿Cómo estás?, Espero que bien, antes que nada debo aclararte que el mail que te mande ayer no era exactamente lo que me inspira Ale Sanz.
Te escribí eso, porque esperé a que entraras al MSN y no lo hiciste, entonces me enojé, porque en realidad pensé que tenías ganas de hablar, aunque mas no sea pantalla por pantalla, conmigo.
En realidad también pensé que me ibas a llamar una vez que recibieras la plantita que te envié hoy 18 de Enero de 2004, con la notita, pero evidentemente fue algo más en tu día, o no te gustó, o no la recibiste.
En fin, el otro no siempre reacciona como uno quiere, pero bueno, eso depende del otro, en realidad yo pensé que te iba a gustar.
También pensé que el que me iba a llamar para ver que pasaba hoy, eras vos, pero evidentemente esta visto que nuestros caminos están des-encontrados, creo que los dos llegamos a destiempo, y eso siempre me pasa, tengo una manía de encontrarme con personas así, nada puedo hacer.
En estos momentos estoy aquí, con esta sensación de vacío y de soledad... y la verdad es que a menudo pienso en ti... me pregunto como estarás, que harás, y si sos como en realidad decís que sos o te escucho, a veces me pregunto por que el amor nos hiere de diversas maneras, con las formas de la soledad... en un rincón del vacío.
Y es que a veces Dios pone en nuestro camino a diferentes personas, hasta hacernos llegar a la que es la adecuada para nosotros, y cuando llega no la ves, no tenes la menor idea de que es ella la que tanto esperabas.
No sé, es como que las palabras vuelan en mi mente, y ninguna me ayuda a describir este momento de mi vida, pero solo sé que debo escribir, algo que no sabía como representar, algo que en mi corazón late con emoción, pero, es que hay veces que la tristeza te ata y no te deja expresar toda esa sensación, todo ese sentimiento que recorre tu cuerpo, que abarca tu ser y congela tus sentidos.
Es verdad, hay veces en que solo sigo lo que me dicta el corazón y se que esta mal, ya que mi mente se encuentra en confusión y no deja que pueda dibujar una sonrisa llena de alegría como la que todos quisieran ver, por eso el amor se guía del corazón, sentimiento que a veces lo siento esquivo.
Pero es inevitable, siempre esta ahí, simplemente lo debo descubrir para que así toda esa alegría vuelva, para que así todas las noches sean bellas, y vuelva lo que mi corazón tanto anhela.
A veces me pregunto que es lo que hiciste que me hace cometer locuras, como la de enviarte la planta, que por si no sabías es una ceremonia.
Es algo raro, un poco extraño, pero debo confesarte que hoy necesité de tu comprensión, de esa tenue claridad, que me reflejan tus palabras.
Quería compartirte mis temores, y que con un abrazo prolongado, me hicieras recobrar las alegrías; hablar contigo una vez más, de los vértigos nefastos de lo adverso, me sentí a la deriva, azotada arteramente por angustias.
Así es como me siento últimamente.
Hoy me hubiera gustado sentir la seguridad de unas paredes blancas, asomarme a la ventana y encontrar la luz del sol para mitigar así, la sensación punzante de las incomprensiones.
Solamente quise rescatarte del silencio, quise rescatarte de ese, tu lugar de trabajo, y distenderte, decirte que me hace bien hablar con vos y que cuando no lo hago lo extraño en mi espacio.
Y es que lograste grabarme un grato recuerdo, por esa forma tan amena de comunicarnos, al sentir afinidad de pensamientos, al creer en la fortaleza de esta cadena de comunicaciones que nos ha mantenido unidos...
Tu ostracismo me dejó esta inquietud, al no encontrar tus huellas en mi camino, por palpar la voz apagada de la indiferencia, atendiendo mi llamado por cortesía... fue por ello que me tomé la libertad de salir en tu búsqueda.
Con esas líneas que te entregaba mi añoranza, vertí la sensibilidad que en ese momento me embargaba.
Pero es que de pronto y sólo por manifestar mis inquietudes por ti, me sentí terriblemente desubicada, tratando de encontrar respuestas lógicas y en tu hermetismo voluntario, tal vez ni te enteraste de mis lamentos.
Es por ello que creo que a veces, por diferir de puntos de vista y conceptos, quizás contribuí o contribuyo a tu lejanía incomprensible.
Ojalá que en tu corazón no tengas sentimientos encontrados.
Me dolería mucho crearte confusiones, porque al envolvernos en la atmósfera sutil de fantasías, solo fué y será por el placer de compartir un momento inolvidable, jamás con la intención mezquina de lesionar tus emociones, ni desequilibrarte con ideas confusas por lo que lees.
Ignoro si las brumas lejanas oscurecen la visibilidad de tus horizontes... solo el tiempo se encargará alguna vez, de brindarnos la claridad.
Confío plenamente en tus apreciaciones, y sé que las entenderás, pero si tu silencio se prolonga ante mis ojos... sabré que desconociendo los motivos... irremediablemente te perdí... sin siquiera tenerte.
Son muchas las cosas que me están pasando, y las que me van a pasar, y no me refiero con esto a solo lo que me sucede en mi vida sentimental, sino también, en mi vida laboral, etc. etc. etc. pasa que a veces una tiene miedo de que la defrauden.
Defraudar... qué palabra tan aborrecible, pero que culpa tengo de que estas cosas hallan florecido a destiempo, en contra de todo pronóstico.
Pienso que lo complicado sigue siendo lo maravilloso del encuentro y el secreto, la forma casi despreocupada en que se dieron los sucesos.
Como tú y yo sabemos, la vida te presenta, con frecuencia, situaciones en la que tienes que optar por alguien o algo y según la opción que elijas pasarán unas cosas u otras.
Antes de decidirte por una de ellas, se ponen en funcionamiento esos mecanismos mentales que tratan de autoconvencerte de lo conveniente de una u otra opción.
Dependiendo de tu voluntad, permitirás a tu mente que se pare a reflexionar y deje hablar con igual oportunidad a los pros y a los contras, para lo que te puede ayudar esa gran cualidad que se llama intuición, a la que sueles escuchar menos de lo que se merece.
Sobre todo, cuando quieres oír la respuesta que tú misma ya has elaborado. Sin embargo, la que te da el buen análisis de pros y contras asesorado por la intuición quizá no te interese, por lo que no las escuchas y la ahogas en tu interior.
Es a través del trabajo lento, costoso, doloroso, que vas haciendo sobre ti mismo, cuando vas descubriendo que ya no te sirve poner tus miserias en los otros, aunque hayan sido causantes de muchos de tus problemas.
Ellos son como son, y si en algo pueden cambiar en su actitud hacia ti, será, sobre todo, a través de tu propio y principal cambio.
Sé que cuando tú te respetes, te valores, te estimes, seas consecuente con tus criterios, ellos podrán saber quién eres y donde estás para poder respetarte, valorarte y aceptarte.
Entonces podrás caminar a su lado, y si no puedes, será que tus y sus caminos son diferentes o no es tu momento ni el suyo.
Tratar de convencerlos de lo que tienen que hacer es una alternativa muy ardua y de gran desgaste, que la mayoría de las veces se vuelve, injustamente, en tu contra.
Los demás cambiarán por su propia voluntad, no por tu imposición y recuerda que es su responsabilidad, no la tuya.
Nadie es infalible o inamovible.
Tenemos derecho a rectificar, a equivocarnos, a ser nosotros, se que tendrás momentos de flaqueza, días en los que te parezca que el sol luce para todos menos para ti, ganas de renunciar.
Te sentirás incomprendido por aquellas personas que te importan.
Todo ello forma parte de tu proceso de crecimiento para esa mejor relación contigo misma y con los demás.
Porque el resultado es muy valioso, el camino no es precisamente fácil, pero ¡merece la pena se han cruzado en tu vida, afortunadamente, personas y medios para ayudarte.
Pero no quieras seguir haciendo el molde según tus "convenientes" y "defensivos" patrones.
En su día fueron tu única herramienta, hoy ya no te sirven.
No se si entendiste la carta, si te gusto o no, la cosa es que ya voy por el tema 12 de mi CD y ahora el que canta es Claudio con “Te Desafío”, y no hay ninguna indirecta, solo decirte que te desafío a que me puedas escribir una carta, no se si emotiva, o sentida, o larga y con mucho contenido como la mía, o que de una vez por todas te dejes de vueltas, miedos y de una vez me invites eso que me debes, sino yo aquí me planto y doy la media vuelta.

Carta de amor

Amada Tuty: "Ya lo sabía, sabía que te amaba, sabía que quería pertenecerte, ya lo sabía, sabía que toda tú me importas, sabía que sin ti no soy nada, ya lo sabía, yo ya lo sabía, ¿lo sabes tú?."
Te escribo con todo el amor que siento por ti, inmenso como el mar Caribe que tus ojos y los míos admiraron en días pasados e infinito como ese firmamento estrellado que contemplamos en la bella Cartagena.
Jamás me cansaré de decirte, expresarte y demostrarte que eres el ser más hermoso, puro, bello, tierno, amable, cálido, tolerante, delicado, suave, agradable, transparente y dedicado que existe en este planeta y en los alrededores y que mi amor por ti se ha fortalecido a través de los años.
Sí, estoy enamorado de ti, sí, te amo, sí, eres indispensable en mi vida, sí, te necesito, sí, te quiero, sí, eres lo primero y lo único, sí, estás presente en mi mente a cada instante, sí, soy feliz con contigo, sí, te re-amo.
Quiero agradecerte una vez más por los segundos, los minutos, los días, los meses y los años que hemos compartido; por las cosas bellas, las menos bellas y por las feas que hemos vivido; por todo lo maravilloso, por todo lo bueno, lo regular y lo malo que ha sucedido en nuestra relación…
Por todos los momentos agradables que hemos compartido y por aquellos que nos han generado tristeza; por todos tus cuidados, por tu compañía, por la dedicación y la constancia que le has puesto a nuestra relación y a nuestro hogar y por los alimentos que a diario me das.
Por los aspectos en que coincidimos y por las diferencias que hemos tenido; por tu comprensión y tolerancia y por tus momentos de incomprensión e intolerancia; por las esperas que has soportado; por tus abrazos, por tus sonrisas y por tus lágrimas; por tus besos y caricias y por tu amor y desamor.
Durante estos años he contemplado y admirado tu profesionalismo, tu inteligencia, tu claridad, tu hermosa figura, tu cara, tu sonrisa, tu boca, tus dientes, tus labios, tu cabello, tus ojos, tus manos, tus dedos, tus pies, tu cintura, tu espalda, tus brazos, tu estómago, tus caderas, tus rodillas, tus senos, tu trasero, tus orejas, tus cejas, tus pestañas, tus rodillas, tu cuello, tus piernas, tu voz, en fin todo tu cuerpo.
También he observado como mi amor por ti crece al pasar los años y cómo día a día, siento más la necesidad de estar contigo y de compartir a tu lado, más momentos.
Te pido que me perdones por las incomprensiones, por los malos momentos, por las tristezas que te he generado que han sido involuntarias y en verdad, me arrepiento y lamento que hayan sucedido.
Perdóname.
Lucero: toda mi vida te pertenece, tú eres el motor y el centro de mi existencia y te debo toda la felicidad que le has dado a mi vida. En estos años he conocido a una gran mujer y a una gran persona. Esa mujer y esa persona eres tú querido amor.
Ahora que nuestros cuerpos presentan cambios producto de los años, le rindo honor y saludo tus canas, tus leves arrugas, tus gorditos, tus manchas en la piel y tus cambios de temperamento.
En mi cuerpo como lo ves, también se muestra el paso inclemente de los años.
Es hora de prepararnos anímica, espiritual, mental y físicamente para una nueva etapa en nuestras vidas.
Debemos desde ahora, cuidar más nuestro cuerpo y nuestra mente y obviamente nuestra relación.
Te invito con mi corazón en la mano a que sigamos perfeccionando nuestra relación y a que cuidemos nuestros cuerpos y nuestra mente. Todas mis acciones, mis aspiraciones y mis deseos están dirigidos a hacerte la mujer y la persona más feliz del mundo, para que todos nuestros sueños y aspiraciones como personas, como hombre y como mujer, como pareja, como profesionales, como amantes, se concreten y para que disfrutemos al máximo cada instante y lugar que compartimos.
El día que se acabe nuestra vida, no debe haber ningún resentimiento, ninguna amargura, ningún pendiente, ningún sueño o deseo sin realizar y que podamos morir tranquilos amándonos intensamente y con la satisfacción de haber vivido plenamente cada instante de nuestra vida.
Te aseguro mi querido amor, que nuestra vida será mejor en todos los aspectos, será más suave, será más tranquila y nos permitirá amarnos más y más.

Para mi gran y único amor

Cuando lo conocí, eramos muy niños, recuerdo su sonrisa tan linda, su inocente carita, sus preciosos ojitos y...
...me enamoré de el.
Maduramos, tomando en cuenta que él aún no sabia de mi existencia. Pasó el tiempo, ya hecho él todo un hombre y yo una mujer. Nos hicimos novios, sin darme cuenta me enamore perdidamente de él.
¿Quien iba a pensar que te encontraría de esa manera?
Hoy a los 9 meses de estar juntos siento que no puedo vivir sin su amor. Está en todas partes, por él muero.
Lo amo tanto que para mi es el único hombre en el mundo, es lo más cercano a un ángel...
Mi amor gracias por llegar a mi vida, por ser tan especial, por cuidarme, por amarme, por eso y más mil gracias.
¿Sabes mi amor por que te amo y cuido tanto?
Por que desde que era tan solo una niña ya estaba enamorada de ti, como no cuidarte mi amor, ¡como no amarte! si siempre soñé con estar a tu lado.
Los momentos más felices de mi vida empezaron contigo. Posiblemente te fastidie que te diga a cada rato cuanto te amo.
He de confesarte algo... cada vez que lo hago mi amor por ti ha aumentado.
Sabes mi amor, me gustaría enviarte una carta cada día, para poderte contar lo mucho que te amo, pero pienso que es más emocionante decirte en persona para decirte con emoción lo que siento.
Gracias mi amor por mandar rosas sin ser algún día especial.
Gracias por tus atenciones.
Perdóname mi amor por sentirte tan mío.
Perdóname mi amor por amarte tanto.
Gracias por todo mi delicia de niño.